Si por alguna razón sientes que el primer mes del año ya duró una eternidad y por más que pasan las semanas éste no acaba, debes saber que no estás loco o que pasa algo contigo. Esta sensación de que enero transcurre extremadamente lento es algo que a todo el mundo le suele pasar. De hecho, existe una explicación científica y química que analiza el porqué sucede esto.
Varios expertos se han dedicado a la tarea de investigar cuál es la razón de este fenómeno; llegando así a la conclusión de que todo depende de la percepción del tiempo, la dopamina y los estímulos en enero. Esto quiere decir que, la idea de que enero dura como cuatro meses se debe a una reacción química del cerebro.
¿Por qué sentimos que enero dura demasiado tiempo?
En nuestro cuerpo, principalmente en el cerebro, existe una función de neurotransmisor que se encarga del comportamiento, la cognición, la actividad motora, la motivación, el humor, el sueño y el aprendizaje; y dependiendo de cómo éste funcione es cómo percibimos si el tiempo pasa rápido o lento gracias a la dopamina; el neurotransmisor que nos hace sentir felices.
Pues bien, la comida, la celebración, los regalos y las fiestas de diciembre duran exactamente lo mismo que enero, sin embargo éstas parecieran que pasan más rápido debido a la gran cantidad de dopamina que nuestro cuerpo genera. ¡Todos estamos siempre de buenas en diciembre!
Pero, cuando llega enero, y todos volvemos a la rutina y al comienzo de un nuevo año, el nivel de dopamina disminuye, por lo que se vuelve más lenta la percepción que tenemos de este mes. A esta teoría se le conoce como “la hipótesis del reloj de dopamina” y durante muchos años ha explicado este fenómeno.
Así que no te sientas mal, no eres el único que cree que enero ya duró cuatro meses completos; de hecho, varios son los memes en redes sociales que se burlan de la situación.