En un operativo sin precedentes, México realizó una extradición masiva a Estados Unidos, trasladando a 29 personas acusadas de delitos relacionados con el narcotráfico y la violencia organizada.
Entre los extraditados se encuentran figuras prominentes del narcotráfico mexicano, como Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y condenado por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena.
También fueron extraditados varios fundadores del Cártel de los Zetas, como Jesús Enrique Rejón Aguilar y Luis Reyes Enríquez, acusados de delitos como homicidio, secuestro y lavado de dinero.
La extradición se llevó a cabo después de una coordinación entre las autoridades mexicanas y estadounidenses, y se considera un golpe significativo contra las organizaciones criminales en México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó la extradición y destacó la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada.