La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la salud visual de los mexicanos, con un aumento notable en la miopía, especialmente en niños y adolescentes. Según la Sociedad Mexicana de Oftalmología (SMO), la edad promedio para diagnosticar miopía ha disminuido significativamente, pasando de 8 años a solo 3 años.
El uso prolongado de dispositivos electrónicos y la baja exposición a la luz solar son algunos de los factores que contribuyen a este aumento. La falta de acceso a servicios de oftalmología y la escasez de especialistas en el país agravan el problema.
La miopía no tratada puede llevar a complicaciones graves, como desprendimiento de retina, glaucoma y degeneración macular, que pueden causar ceguera irreversible. Es fundamental que los padres y cuidadores tomen medidas para prevenir y detectar la miopía en niños y adolescentes, y que se fomente el acceso a servicios de oftalmología de calidad.
La Sociedad Mexicana de Oftalmología hace un llamado a la conciencia sobre la importancia de la salud visual y la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger la visión de los mexicanos.